Todas nuestras escuelas son diferentes, cada una de ellas tiene su encanto.
Nuestros centros, están formados por nuestras maestras, nuestros niños y sus familias. Cada uno de ellos aporta a nuestras escuelas una personalidad y un carácter propio. Pero tienen en común algo muy importante:
La mirada hacia la infancia. Una mirada respetuosa, donde el niño es el eje principal de nuestro trabajo y filosofía. Nuestra misión es observar, conocer y respetar las necesidades de los más pequeños para permitirles un desarrollo pleno y feliz.
Creemos en el respeto, en la libertad, en el amor y en las capacidades que los niños poseen para desarrollarse por sí solos, en un ambiente preparado, acompañándolos y estando siempre presentes.